viernes, octubre 24

COMUNICADO del PCI

Acerca de los cambios acerca del Plan de Fomento del INCAA.

    La presidenta del INCAA, Liliana Mazure, a partir de asumir en funciones en el presente año, se propuso establecer una reforma del plan de fomento vigente. Para ello, convocó a las distintas asociaciones profesionales vinculadas a la actividad para que presenten sus propuestas. Reconocemos en la actual gestión del INCAA esta buena actitud para escuchar las inquietudes de los distintos sectores, la voluntad de establecer reglamentaciones consensuadas y el deseo de mejorar las condiciones de los distintos modelos de producción. Las resoluciones que se estarían por emitir modifican algunos parámetros económicos desactualizados -lo que era indispensable y urgente - y corrigen varios errores técnicos del plan anterior. Sin embargo, por lo que se nos ha informado hasta el momento, lejos estarían de convertirse en un plan de fomento global, de eliminar los vicios corporativos que han perjudicado tanto al cine argentino y de pensar como prioridad el mejoramiento de la calidad de las películas que se producen a través del fomento del organismo.

  

   No vamos a repetir aquí nuestras propuestas ni nuestros planteos puntuales. Ya lo hemos hecho más de una vez y son conocidas nuestras ideas. Solo queremos manifestar nuestro deseo de que el INCAA se convierta algún día en un organismo abierto, plural y totalmente transparente, al servicio de los que quieren hacer cine porque tienen la necesidad imperiosa de hacerlo. La consolidación de una industria, la posibilidad de más y mejor trabajo para todos y un mejor vínculo de los cineastas con los espectadores son objetivos a alcanzar, pero creemos que no se logra con menos producciones por año pero más caras, ni con el incremento de requisitos para los postulantes a acceder al fondo de fomento, las cuales nada tienen que ver con la calidad de los proyectos ni con el potencial artístico de sus responsables. Ya desde el plan de fomento vigente desde 2004 -que tampoco era un plan global- se han venido poniendo trabas a la figura del director / productor, exigiendo responsabilidades impositivas y financieras que sólo una empresa productora puede afrontar. La Ley de Cine, impulsada históricamente por los directores, se ha ido desvirtuando en su espíritu, de manera funcional a las empresas productoras y en contra del director que quiere producir sus propias películas. Sin embargo, esta rigurosidad impositivo/financiera no es congruente con la laxitud con la que son analizados los proyectos desde el punto de vista artístico, tanto de aquellos presentados por empresas como por directores. De esta ecuación se deduce un espíritu corporativo y burócrata que jamás tenderá a mejorar la calidad de las películas sino, por el contrario,  profundizará los vicios que acarrea la actividad cinematográfica desde la promulgación de la Ley.

 

   Los objetivos nombrados en el párrafo anterior se darán, en cambio, por añadidura, a través de más y mejores películas, obras más sanas, más libres, menos teñidas de la burocratización de los sistemas, con un INCAA más atento a la sincera energía creativa de los directores, a la renovación de las propuestas de producción y a los cambios tecnológicos que nos imponen una nueva agenda de reflexión acerca del fomento. Es necesario recordar, una vez más, que la tozudez del cine independiente y la voluntad de los directores por enfrentarse a las adversidades fueron históricamente los factores que salvaron al cine argentino y lo hicieron sobrevivir en los momentos más difíciles.

 

   Sabemos que los cambios importantes, sobre todo en las estructuras del Estado, son difíciles y traumáticos. Entendemos que hay infinidad de fuerzas y corporaciones conservadoras que impiden modificar estructuras corruptas o ineficientes. Pero como todavía creemos en el deseo de esta gestión por mejorar las cosas y encontrar caminos para el bien del cine argentino, manifestamos aquí nuestra preocupación por varios aspectos del nuevo plan de fomento que parecen ser signos de una nueva oportunidad perdida y declaramos nuestra intención de seguir colaborando con ideas y de apoyar toda decisión que implique un cambio verdadero para tener un mejor cine argentino para todos.

  

   Representamos a todo un sector que en los últimos diez años ha renovado las formas de producción y la estética del cine argentino. Creemos que esta renovación todavía es incompleta y confiamos en la novedad, la frescura y la voluntad de cambio de las nuevas generaciones de directores, productores, técnicos y actores. Somos conscientes de que, en cierto sentido, somos también la voz de estas nuevas generaciones frente al INCAA. Pedimos, por todo esto, que nuestras ideas sean escuchadas y tenidas en cuenta. 

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