viernes, junio 1

BALTAZAR E IVÁN TOKMAN RESCATAN A CAMPEONES MUNDIALES DE BÁSQUET EN "TIEMPO MUERTO"


La gloria y posterior caída en desgracia del equipo argentino de básquet que se consagró campeón mundial en 1950, cuyos integrantes fueron perseguidos por la denominada revolución libertadora e inhabilitados para volver a jugar ese deporte en ningún lugar del mundo, son los ejes temáticos de “Tiempo muerto”, un valioso documental de los hermanos Baltazar e Iván Tokman que se estrenó en salas locales.
Calificado como “un genocidio deportivo” por León Najnudel, uno de los impulsores de la Liga Nacional de Básquet, el ensañamiento contra los deportistas que integraban el mejor equipo de básquet del mundo se produjo a partir de 1955, a raíz del golpe de Estado cívico militar contra el presidente Juan Domingo Perón, que dio comienzo a un proceso de desintegración del país.
“Mucha gente no sabe nada sobre la historia política que hay detrás de esta desgracia. El objetivo era borrar y llevar al olvido los éxitos deportivos que se habían construido desde el peronismo. La sanción produjo una meseta deportiva que duró 50 años, hasta que la selección conducida por Emanuel Ginóbili volvió a salir campeón”, recordó uno de los directores de la película.
En una entrevista, Baltazar Tokman sostuvo que “la revolución libertadora sancionó al básquet porque era lo que mejor nos representaba deportivamente en el mundo. Se ensañaron especialmente con ellos, pero hubo muchos otros deportistas perjudicados. Es una metáfora de nuestro país, porque hay abuelos y hay nietos, pero faltan los padres. En el medio no quedó nada”.
El cineasta, que tituló su filme para hacer referencia a ese “tiempo muerto” deportivo que duró casi 50 años, añadió que “no se entiende en ningún país del mundo que destruyamos a nuestros propios héroes, cuando en muchos países les hubieran levantado monumentos, mientras acá intentaron borrarlos de la historia”.
Y graficó: “Imaginate que en aquel momento hablar de Ricardo González y Oscar Furlon era algo así como si hoy habláramos del `Kun` Agüero y de `La pulga` Messi, y como si ahora viniese un gobierno militar y por una cuestión política les prohibiera jugar al fútbol acá y en cualquier lugar del mundo”.
Premiado en el 25to. Festival de Mar del Plata, “Tiempo muerto” cuenta con la participación especial de Emanuel Ginóbilli y rescata del olvido a aquellos grandes basquetbolistas que llevaron el deporte argentino a lo más alto, como Ricardo González, Oscar Furlon, Rubén Menini, Jorge Canavessi, Ignacio Poletti, Juan Carlos Uder y Emilio Gutiérrez.
“Ellos eran la cara visible de la política peronista. Es verdad que Perón pedía que le dedicaran los éxitos, porque consideraba que lo que ellos habían logrado en el básquet era mucho más importante que lo que podían lograr cien embajadores”, afirmó el cineasta.
Pero además de revelar la persecución gratuita a los jugadores -cuya excusa era su supuesta falta de amateurismo, a partir de un permiso que Perón les había dado para comprar un auto importado-, Baltazar Tokman y su hermano Iván también rescataron el espíritu de grupo y la dignidad de estas personas, que 60 años después mantienen una gran amistad y siguen sintiendo como equipo. 
“Ellos son un grupo que permanece muy unido. No sé si fue la sanción o la mística propia del equipo, pero desde hace 60 años que todos los miércoles a la noche se juntan a comer y compartir experiencias”, algo que para el director es un ejemplo de unidad digno de ser tenido en cuenta.
Tokman recordó que “ellos son gente de diversas ideas políticas y 60 años después de haber atravesado toda esa violencia permanecen unidos y siguen pasándose la pelota a pesar de todo. Eso es también lo que quisimos rescatar con la película: el espíritu que también es la metáfora de un país”.
“La política en aquel entonces se metía mucho en la vida de las personas y podía llegar a dividir familias. Sin embargo, ellos permanecen unidos a pesar de sus diferencias y se sientan a la misma mesa los peronistas, los socialistas, los radicales, los conservadores y aquellos a quienes no les interesa la política”, destacó.
Para Baltazar y su hermano Iván la película “se proponía contar una gesta deportiva, una sanción y sus implicancias políticas, ir del pasado al presente para saber quiénes eran las víctimas de esa persecución y saber quiénes son ellos hoy, y rescatar su costado humano y sus preocupaciones actuales”, describió.
Los hermanos Tokman jugaban básquet cuando eran chicos, mientras su padre los filmaba en 16 y Súper 8 milímetros: “Nos juntamos a practicar básquet, teníamos un aro en el fondo de la casa y, como soy más grande, le podía ganar siempre pero mi papá me pedía que lo dejaba ganar porque si no protestaba”, rememoró Baltazar.
Y añadió sobre la génesis del proyecto: “Un día Iván llegó con un artículo que decía que Furlon era el primer argentino en entrar en el salón de la fama después de la injusticia que le había tocado vivir. Empezamos a investigar en internet y dimos con el libro `1956, donde habita el olvido`, de Emilio Gutiérrez, a quien convocamos para que sea uno de los protagonistas”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Dejanos tu comentario...