miércoles, diciembre 16

"MUNDO ALAS" GANA EL PREMIO SUR AL MEJOR DOCUMENTAL


La película "Mundo Alas", de León Gieco, Sebastián Schindel y Fernando Molnar, obtuvo anoche el Premio Sur de la Academia de Cine Argentina al Mejor Documental de 2009.

Este galardón se suma a una larga lista de premios obtenidos durante el año por la primera película dirigida por Gieco, entre ellos el Premio del Público Docupolis de Barcelona, el Premio al Mejor Documental del Festival de Pamplona, el Premio del Público del E-Doc de Ecuador, el Premio al Mejor Documental del Festival de Toronto y el Premio Clarín al Mejor Documental argentino.

Producida por Magoya Films, "Mundo Alas" es mucho más que una película, ya que se ha convertido en un evento itinerante donde el cine, la música, la danza, la pintura y otras artes se mezclan en pos de la difusión de la voluntad de un grupo de personas con distintas capacidades que muestran su visión del mundo a través de todas las provincias argentinas.

lunes, diciembre 14

PREMIAN EN LA HABANA TRES PROYECTOS DEL PCI


El proyecto "Infancia clandestina", de Benjamín Ávila, fue galardonado el sábado en el 31ro. Festival del Cine Latinoamericano de La Habana con el Premio Coral al Mejor Guión Inédito del certamen, mientras que la película "Ocio", dirigida por Alejandro Lingenti y Juan Villegas, obtuvo el Premio de Postproducción del certamen cubano.
En tanto, en el mismo festival, la película "El último verano de la Boyita", de Julia Solomonoff, ganó una mención del Premio Signis y el Premio Caminos 2009.
En el Festival de La Habana también compitieron -en la sección de óperas primas- "Aguas Verdes", de Mariano De Rosa, y "Mentiras piadosas", de Diego Sabanés.

jueves, diciembre 10

"AGUAS VERDES" COMPITE EN LA HABANA

La película "Aguas Verdes", de Mariano De Rosa, será estrenada el 10 de diciembre en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba, en la competencia de Primeras Películas.
Este largometraje rodado en La Plata y en el Partido de la Costa ha sido seleccionado ya por cerca de 20 festivales y muestras en su primer año de difusión, luego de su participacion en febrero de 2009 en el Forum de La Berlinale.
Mariano De Rosa presentará en persona sus proyecciones en La Habana durante el evento.

Sinopsis:
Juan, junto a su mujer y a sus dos hijos, parte en automóvil de veraneo rumbo a Aguas Verdes, un balneario familiar de la provincia de Buenos Aires. La primera parada es en una estación de servicio. Allí, Laura, la hija adolescente, conversa con un hombre desconocido que viaja en moto. Este encuentro inquieta a Juan. El resto de la familia se ríe de sus miedos. La familia, una vez situada en Aguas Verdes, parece disfrutar de la nueva rutina de descanso y playa: pasan horas tirados en la arena, se bañan en el mar, los hijos van a los videojuegos del centro mientras la pareja recupera momentos de intimidad. Una tarde, Roberto, el viajero a quien Laura conoció en la estación de servicio, reaparece. Se acerca a Laura y con mucho encanto se relaciona con el grupo familiar y con los nuevos amigos que éstos han hecho. Todos se ven atraídos por él excepto Juan, quien se irrita ante su sola presencia. Día a día, Roberto, con su excentricidad y natural seducción, avanza en su conquista y es aceptado por la familia, mientras Juan se siente desplazado. Juan insiste en señalar que Roberto no un tipo confiable. Lo que para todos es diversión y juego, Juan lo vive como una traición. Siente extraños a los suyos y va construyendo un escenario de sospechas y paranoia. De manera silenciosa y subterránea, Juan establece una lucha de poder en la que su enemigo es Roberto, pero que va más allá de este. Ha perdido la confianza en quienes hasta ahora eran sus seres más cercanos: su propia familia. Eliminando a quien ve como su enemigo, intentará recuperar el equilibrio perdido.

Más información en: http://www.nitido.jimdo.com/

jueves, octubre 22


"Mujer Conejo", que será la tercera película escrita y dirigida por Verónica Chen, fue seleccionada para el Foro de Coproducción del Festival de Cine de Huelva (España), a realizarse entre el 18 y el 21 de noviembre próximo.

La película es una coproducción con España entre Bambú Cine (Argentina) y Luis Angel Ramírez (IMVAL Madrid) y entrará en producción en marzo de 2010.

sábado, octubre 10

AGUAS VERDES EN CHICAGO, CALCUTA Y SAN PABLO

La película "Aguas Verdes", dirigida por Mariano De Rosa, que fue estrenada en el Forum del Festival de Berlin 2009, participará este mes en el Chicago International Film Festival, donde se verá en la sección World Cinema.
Mariano De Rosa será parte además del Panel Nuevas Voces de las Américas, dedicado al intercambio de experiencias de Productores y Directores Cinematográficos Latinoamericanos
"Aguas Verdes" viajará en noviembre al Calcuta International Film Festival, donde será exhibida en la sección Panorama, y luego competirá en el Sao Pablo International Film Festival, en el concurso de Primeras Películas.

Web Aguas Verdes: http://www.nitido.jimdo.%20com/

Rodada en La Plata y en el Partido de La Costa, Aguas Verdes (Argentina , 89´, 35 mm, 2009) es una coproducción entre Mariano De Rosa, Ruda Cine y Rizoma Films y fue realizada con el apoyo del INCAA (Proyecto ganador del Concurso Primeras y Segundas películas 2004) y de la Universidad del Cine.
Fue realizada con el Apoyo del Instituto Cultural de La Provincia de Buenos Aires y declarada de Interes Provincial.
Cuenta con la participación de Alejandro Fiore, Milagros Gallo, Diego Cremonesi y Julieta Mora, entre otros, y ha sido rodada en la Ciudad de La Plata y en el balneario de Aguas Verdes.

martes, agosto 25



REUNION DE FAMILIA: LOS PIÑEYRO

Ahora que el diálogo está de moda cambiamos el debate por las charlas de café. Desde Septiembre “Los Debates del Cine Argentino” se transforman en “El Café Cinematográfico” y mudan su sede al elegante café / tienda de video “Miles”, de Palermo.

Para comenzar el Centro Cultural Rojas y el PCI invitaron a tres hombres de cine que comparten el apellido y el oficio, Marcelo Piñeyro (“Tango Feroz”, "Plata Quemada", “Las Viudas de los Jueves”), Enrique Piñeyro (“Whisky Romeo Zulu”, “Fuerza Aérea Sociedad Anónima”), y Matías Piñeyro (“El Hombre Robado”, “Todos Mienten”) a tratar de descubrir si hay alguna otra cosa que los une más alla del nombre (debemos confesar que buscamos algua excusa para invitar a Ricardo Piñeyro para que traiga a alguna de sus modelos, pero no la encontramos) .

El Viernes 25 de Septiembre a las 18:30 hs en Miles Cine, Gurruchaga 1580.

jueves, agosto 20

"LLUVIA", DE PAULA HERNÁNDEZ, PREMIADA EN KIEV Y GRAMADO


La película "Lluvia", dirigida por Paula Hernández y protagonizada por Valeria Bertucelli y Ernesto Alterio, obtuvo esta semana varios de los premios principales -entre ellos el de mejor director y el del público- en los festivales de cine de Kiev, en Ucrania, y Gramado, en Brasil.

El segundo largometraje de la directora de "Herencia" obtuvo el premio del Público y el premio a la Mejor Fotografía (Guillermo Nieto) en el 37mo. Festival de Cine de Gramado, que se realizó en esa ciudad del sur brasileño.

En tanto, en el Festival de Cine de Kiev, Hernández recibió el premió a la Mejor Dirección.
Hernández propone en "Lluvia" el encuentro íntimo, fugaz y transformador, en una Buenos Aires lluviosa, de dos personas golpeadas por la soledad y la ausencia afectiva.

La película transcurre durante tres días en una Buenos Aires lluviosa, donde Alma (Bertucelli) y Roberto (Alterio) se cruzan inesperadamente en medio de un embotellamiento de tránsito.

Alma se acaba de separar del hombre con el que compartió diez años de noviazgo y deambula por la calle en su auto, al que convirtió en un hogar temporal.

Roberto, en tanto, llegó al país desde España tras casi 30 años de ausencia, a raíz de la muerte de su padre, que le dejó un departamento y muchos recuerdos difíciles de digerir.

miércoles, agosto 19

Acerca de la conformación del Consejo Asesor

El Consejo Asesor es de algún modo, aunque no exactamente, el Poder Legislativo, la cámara de representantes que tiene el INCAA como instrumento para consensuar políticas entre los diversos sectores de la actividad de cine de Argentina. Así es como quienes redactaron la Ley de Cine imaginaron que podía llevarse adelante una política que no fuera potestad sólo de quien ejerciera el cargo de presidente o director del organismo, sino que estuviera contenida en una suerte de colegio formado por representantes del sector de directores, productores, actores, técnicos y de las Provincias de todo el país.

Hoy, a quince años de su promulgación, resultan muy discutibles las tergiversaciones a la ley, de la que se ha abusado a la hora de conformar comités y jurados, llenándolos de gente legitimada no por su capacidad o trayectoria sino por su pertenencia a tal o cual asociación. Esto hizo que, a lo largo de los años, la decisión que recae sobre cuáles proyectos elegir y cuáles no, estuviera en manos de muchos personajes impresentables de los tantos que pueblan la comunidad cinematográfica local. Del mismo modo, la proliferación de asociaciones relativas al cine inscriptas en la Inspección General de Justicia sólo para sacar provecho de este sentido corporativista de la ley resulta ridícula y escandalosa.

Pero más allá de todo esto, es importante aclarar que la existencia de un Consejo Asesor resulta inobjetable y nos recuerda o debería recordarnos que los cargos, y más aún los ejecutivos, no son propiedad de quienes los ocupan.

Desafortunadamente las consecutivas gestiones al frente del INCAA nos han demostrado todo lo contrario. Quienes ocuparon la silla máxima de Lima 319 desde la promulgación de la Ley de Cine en 1994, salvo alguna que otra excepción, han actuado sin el menor control en sus decisiones tanto políticas como financieras y todos se han creído dueños de la política cinematográfica local, tentados casi siempre por el criterio autoritario en el ejercicio del poder, ya sea bajo la forma del corporativismo, ya sea bajo la del amiguismo. Fueron escasos los momentos en los que los sucesivos directores del Incaa tuvieron la honestidad de acatar la ley en su plenitud, en donde por ejemplo demostraran hacer lo imposible por convocar al Consejo Asesor. Las razones pueden ser múltiples; la que se evidencia a primera vista es la de evitar cualquier atisbo de veto o control a la propia gestión. Hoy llega la noticia de que Liliana Mazure convoca a los sectores para conformar el postergado Consejo.

Tres de las cuatro entidades que nuclean a los directores cinematográficos han propuesto ya su tándem de candidatos. La DAC, la AADC y la DIC han acordado entre sí e intentan imponer las candidaturas de Javier Torre y de Ricardo Wullicher. Este acuerdo deja de lado a la cuarta entidad en cuestión, el Proyecto Cine Independiente (PCI), asociación que reúne a 53 directores de cine independiente, en plena actividad, y que como tal representa a un importante sector de la cinematografía argentina.

Más allá de la metodología con la que estas tres entidades han decidido las candidaturas, resulta muy cuestionable la representatividad de quienes han sido propuestos.

La búsqueda de poder para beneficio personal no está exenta en el mundillo de la politiquería cinematográfica y pareciera ser la regla general que ampara cada músculo del estado político del cine. Quienes representen al menos a los directores dentro del Consejo Asesor deberían estar alejados de las prácticas viciadas que han contaminado el vínculo entre los fondos públicos y la comunidad cinematográfica durante tantos años.

Hoy la realidad en el campo cinematográfico se nutre de una transformación tecnológica que atañe tanto a la realización, como a la producción y a la comercialización de las películas. Por otra parte, desde la creación de la ley, hemos asistido a una renovación generacional vital e innegable para el cine nacional de los últimos 10 años. Ahora estamos observando la aparición de una segunda y novísima generación, excluida ya totalmente del apoyo estatal proveniente del INCAA. La legislación cinematográfica debe adecuarse a esta realidad. Pero la DAC, AADC y DIC parecieran desconocer estas circunstancias. Este hecho demuestra el estado crítico por el que atraviesa hoy la política cinematográfica nacional: antidemocrática y vetusta.

La deuda en materia de política de cine es enorme como para no pelear por el derecho de tener representantes en el Consejo Asesor representativos, honestos e inobjetables. La Ley de Cine obliga a las entidades legalmente constituidas a consensuar los representantes de cada sector. La actitud de estas tres entidades, negando el lugar que representa el PCI, ha impedido que el Consejo Asesor finalmente se forme.

En función de esto, hemos rechazado la propuesta de las otras tres asociaciones de directores y hemos solicitado a las autoridades del INCAA una urgente reglamentación del Artículo 2 de la Ley de Cine, sin la cual pareciera que se hacen inviables los acuerdos entre las entidades de directores y productores para designar miembros del Consejo Asesor que representen cabalmente a los respectivos sectores. El citado artículo dice expresamente que “si existiese en un mismo sector más de una entidad con personería jurídica o gremial, dicha propuesta será resuelta en forma conjunta, quedando vacante el lugar respectivo hasta tanto no se produzca el acuerdo entre ellas.” Más allá de esto, entendemos que el INCAA puede y debe plantear reglas e instrumentos para determinar la representatividad que las asociaciones tienen de la actividad productiva cinematográfica. La Presidenta del INCAA nos ha informado sobre la pronta implementación de un padrón de directores y productores y la invitación a presentar propuestas para la reglamentación del Artículo 2 de la Ley. Estos podrían constituir los primeros pasos para medir la verdadera representación de las entidades de cada sector y para encontrar una solución a este problema. Esperemos que se den todos los demás pasos necesarios.

Es necesario como nunca antes animarse a realizar un cambio drástico.

lunes, agosto 3

Rosa Patria y El sueño del perro se verán en Córdoba


Los films Rosa Patria, de Santiago Loza, y El sueño del perro, de Paulo Pécora, serán parte de la muestra itinerante del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) que se llevará a cabo del 6 al 9 de agosto en el Cineclub Hugo del Carril de la ciudad de Córdoba.

Proyectado en el Bafici 2008 y ganador de varios premios en París, Trieste y Gualeguaychú, El sueño del perro estará acompañado por dos cortometrajes de Pécora: Planetario, filme institucional del Bafici 2009, y Una forma estúpida de decir adiós.

Rosa Patria es el título de un documental de Santiago Loza que se ocupa -por primera vez en la historia del cine argentino- de la vida, la obra y la militancia política del poeta Néstor Perlongher, fundador en los 70 del Frente de Liberación Homosexual (FLH).

El film se vio por primera vez en la Competencia Argentina del undécimo Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), donde ganó el premio especial del jurado.

miércoles, julio 29

Yo fuí un muchacho peronista.

Por Juan Villegas.

Dos cineastas alcanzaron en las últimas semanas una alta figuración pública en el contexto de la política argentina. Creo que ya adivinarán que me estoy refiriendo a Pino Solanas y a Jorge Coscia. La notable performance electoral de uno y la sorpresiva asunción del otro como Secretario de Cultura de la Nación presentan una coyuntura tal vez única en la relación entre cine y política en la historia nacional. El presente los encuentra a cada uno de ellos en espacios políticos enfrentados. Sin embargo, ambos reivindican su pertenencia al peronismo y a un pensamiento político que se podría resumir en eso que algunos llaman “izquierda nacional”. No es raro, por lo tanto, que Solanas, en declaraciones públicas luego de los cambios en el gabinete, no haya sido muy crítico con la designación de Coscia, como sí lo fue con los demás funcionarios.
Paso ahora, con las disculpas que corresponden, a la autobiografía. Nací en un ámbito familiar profundamente antiperonista: familia materna judía y padre marino retirado. Que mis padres se hayan casado y hayan formado una familia se puede ver como un milagro o una casualidad. Ahora pienso que tal vez lo único que unía a las familias de cada uno de ellos (y que permitió que ese casamiento se produzca) fue su común repulsión al peronismo. Crecí, entonces, en una familia para la que el peronismo era algo casi pecaminoso. Sin embargo, hacia mis trece o catorce años (estamos hablando de 1985 o 1986) me hice peronista. Hay algunos hechos que, encadenados, tal vez expliquen esta conversión. Mi padre murió cuando yo tenía cuatro años. A esa edad, cuenta mi madre, aprendí a leer. Como casi todos los jóvenes oficiales de la Marina durante el primer peronismo, mi padre había sido un opositor tenaz. Nunca pude chequearlo, pero mi madre asegura que llegó a estar preso por participar en actos contra el gobierno. Sin embargo, a diferencia de la tendencia conservadora / liberal de la Marina, él era un rosista acérrimo. Varios volúmenes dedicados a la biografía de Rosas y a su legado político pasaron a ocupar la biblioteca de mi cuarto. Desde muy chico supe qué era el revisionismo, quién era José María Rosa, supe de unitarios y federales, de la historia del sable de San Martín, de la Vuelta de Obligado.... Recuerdo un libro titulado Contra Rozas que recopilaba artículos contrarios al rosismo, el cual justificaba la letra “z” en lugar de la “s”, argumentando que así era el apellido original del “tirano”, tal vez para relacionarlo con el “nazionalismo”. Sin embargo, la mayor parte de los libros reivindicaban su figura y su acción política. No fue difícil para mí, a esa edad, que me terminaran convenciendo de que las acusaciones contra Rosas eran exageraciones de unitarios ofendidos, que se trataba de un patriota repudiado por la historia oficial escrita por los vencedores, de un defensor de lo nacional frente a las fuerzas extranjerizantes. Por esos años, escuchaba todas las noches a Dolina en la radio. Gracias a él, conocí a Borges y a Chesterton, pero también e Jauretche y a Scalabrini Ortiz. Ahí el círculo se cerró y me hice peronista. El revisionismo de mi padre no podía incluir a Perón como una continuidad histórica de San Martín y Rosas; el mío sí. Ayudó, obviamente, la natural tendencia de cualquier adolescente a la rebeldía. Recuerdo que unos años antes, cuando yo era aún muy chico, un tío me había preguntado de qué cuadro era. Al contestar que era de Boca, enseguida me dijo: “Espero que no seas peronista, porque no hay nada peor que un hincha de Boca y peronista”. No entendí que quiso decirme, pero lógicamente eso del peronismo se convirtió con los años en algo muy tentador, como todo lo prohibido. Por otra parte, no eran malos años para hacerse peronista. El gobierno de Alfonsín empezaba a derrumbarse de a poco y la renovación peronista estaba en pleno auge. Creo que la primera (y tal vez la única) elección nacional en la que me sentí ganador fue la del `87. Recuerdo, incluso, que el último acto de Menem en la campaña del `89 me resultó muy emocionante. Tenía 17 años y podía intuir ya algunas contradicciones entre su imagen y su discurso populares y ciertos personajes temibles que pululaban a su alrededor. A los pocos meses me desengañé y fui un antimenemista total. Sin embargo, la convicción peronista, a pesar de haberse dañado, resistía. Era sencillo identificar al gobierno de Menem con una traición a las profundas verdades peronistas. Los años fueron pasando, crecí, leí otras cosas y el peronismo dejó lentamente de ser, para mí, solamente una pura utopía romántica pero posible y fue también una forma, en general negativa, de lograr y ejercer el poder. Esa dualidad me acompañó varios años. En las discusiones políticas, cuando la cosa se ponía muy gorila, defendía a Perón. En cambio, cuando el peronismo prevalecía, enseguida salía a atacarlo. Por otra parte, Sarmiento me empezó a parecer más interesante y valioso que Rosas, el terror de la Mazorca se me aparecía como imperdonable y veía ahí el germen de una violencia que nuestro país venía sufriendo por décadas. Y un día empecé a intuir que no era peronista. Fue en 1999, durante una entrevista conjunta que le hicimos a Leonardo Favio, con otros compañeros de la revista El Amante. En un momento, Favio nos dijo, sin dejar de sonreír con simpatía: “Se nota que ustedes no son peronistas. Si no, no dirían Perón; dirían el General.” Tenía razón. Sin embargo, el golpe de gracia a mi ya débil lealtad peronista fue la gestión de Coscia en el INCAA. De pronto, ya como cineasta, debía lidiar con alguien que reivindicaba todo el tiempo a Jauretche y a aquellos valores nacionales y populares que fueron parte importante de mi adolescencia. Y yo era opositor a la gestión de Coscia. Su idea de lo que debía ser el cine argentino estaba en las antípodas de la mía. Yo creía que había que acelerar la renovación, fomentar las formas de producción alternativas y limitar las formas corporativas en la evaluación de los proyectos y películas. Y creo que a él le molestaba el lugar que nuestra generación estaba ocupando en el cine argentino, por lo que su política nunca podía ir para el lado que yo pretendía. Hoy, pasados los años, le puedo reconocer capacidad política para encauzar voluntades a su favor y lograr beneficios para el sector a partir de un buen manejo de las relaciones de poder. No es poco, pero creo que fue insuficiente. Creía entonces y sigo creyendo que el INCAA necesita un fuerte proceso de democratización, transparencia y desburocratización. Entre los méritos que puede haber tenido su gestión, no hubo rastros de nada de esto. Puedo decir, entonces, que Coscia hizo que deje definitivamente mi peronismo en el olvido. De pronto, vivía en carne propia las consecuencias de una política (de una manera de hacer política, sobre todo) y esas consecuencias no me gustaban nada. Y se trataba de un Organismo público que se reivindicaba como peronista y que formaba parte de un gobierno peronista. Fueron esos años, también, los que hicieron que me involucre políticamente, desde el PCI. Una situación que yo creía injusta contra la película Ana y los otros, ala que yo estaba ligado personalmente, me llevó a actuar de forma equivocada primero y luego con más habilidad para denunciarla y corregirla. Esa lucha personal me fue formando, me fue enseñando estrategias y modos y, sobre todo, me hizo despertar una vocación por la actividad política, aunque sea en el ámbito pequeño del cine, que estaba dentro de mí pero que no conocía. Nobleza obliga, debo reconocer que fue el mismo Coscia el que terminó destrabando la situación contra Ana y los otros. Nos hemos encontrado, luego de eso, en varias ocasiones, que incluyeron hasta la cordialidad. Sin embargo, creo que un rencor mutuo sobrevivió en todos estos años. Y fue durante la gestión de Coscia cuando tuve mi único encuentro personal con Solanas. Esto fue en el 2004, durante una mesa redonda organizada en el BAFICI acerca de políticas de fomento. Ambos estábamos invitados al debate. Yo estaba plenamente enfrentado a la gestión de Coscia en el INCAA, de una forma tal vez hasta demasiado ingenua e irresponsable. Se acababa de lanzar un nuevo plan de fomento, que limitaba la aparición de nuevos directores y parecía hecho a la medida de los productores ya establecidos. Solanas, en este contexto, se mostraba excesivamente conciliador y tolerante con las políticas del Instituto. Recuerdo que me molestó mucho su actitud. No podía creer que alguien que había arriesgado su vida por sus ideas progresistas pudiera ser tan permisivo frente a una gestión que yo sentía tan conservadora. Lo noté cansado, casi sin fuerzas, entregado. No parecía la misma persona que había hecho La hora de los hornos y que se había enfrentado al menemismo cuando realmente era valiente hacerlo. Debo admitir que nunca pude sacarme de la cabeza esa imagen. No voté en estas últimas elecciones, por encontrarme en el exterior. Sin embargo, no hubiera votado por Solanas, tal vez por el recuerdo de aquella tarde, tal vez porque me he vuelto alguien que desconfía de todo peronista. De todas maneras, tengo que decir que el Solanas de estas últimas semanas me parece infinitamente más valiente, más vital, más abierto a la pluralidad democrática y hasta más joven que aquel. Tal vez nunca lo vote, pero auguro buenas cosas para su espacio político y espero que su paso por el Congreso sea valioso para el país. En cuanto a Coscia, quiero también ser optimista y esperar que su gestión como Secretario de Cultura sea mucho mejor que lo que mis expectativas sospechan. Pensándolo bien, esta coyuntura de dos cineastas en espacios de poder puede ser una buena oportunidad para una nueva modificación de la Ley de Cine. En un punto, hay que reconocer que la última modificación de la Ley, en 1994, fue hecha bajo la presidencia de un peronista, y no precisamente de uno de los mejores. Tengo claro que la excusa debería estar dada ahora por los cambios tecnológicos que se han dado de 1994 para acá, pero el verdadero objetivo deberá ser un Instituto de Cine más democrático, más eficiente y menos corporativo, cuya principal función sea la de ayudar a que se haga un cine mejor.

lunes, julio 20

EL HOMBRE QUE NO DUERME, DE DIEGO LUBLINSKY


El hombre que no duerme,
de Diego Lublinsky.

ESTRENO: JUEVES 30 DE JULIO 20:30 HS

Elenco: Patricia Becker, Jorge Booth, Claudia Cantero, Federico Costa, Luis Gasloli, Daniel Ridolfi y Fernando Sayago.

Dos hermanos se ven forzados a convivir con la nueva familia de su padre para estar junto a él en sus últimos días.
El cansancio, el encierro, el insomnio y el contacto cotidiano con la muerte generan situaciones extrañas que bien podrían pertenecer a un mundo fantástico
En la habitación del padre sucede todo aquello que no queremos ni ver ni imaginar.
Una cámara registra cada detalle, amplificándolo como una onda expansiva que cambiará para siempre la vida de los habitantes de la casa.

Diseño de escenografía: Magali Acha / Diseño de vestuario: Giorgio Correa – Anna Franca Ovstrovsky / Diseño de luces: Facundo Estol / Diseño sonoro: Ana Foutel / Fotografía: Juan Travnik / Diseño gráfico: Mariana Rovito / Asistente de escenografía: Carolina Scarinci / Realización de escenografía: Duilio Della Pittima / Coordinación de producción: Gabriel Cabrera – Justina Micele /Asistente de dirección / cámara: Lucila Rodriguez Canlé.
Dirección: Diego Lublinsky - Paula Travnik

Funciones: Jueves y domingos 20.30hs.
ELKAFKA Espacio Teatral
Lambaré 866 – Capital Federal
Reservas: 4862 5439
http://elkafkaespacioteatral.blogspot.com/
Localidades $ 30 - Estudiantes y jubilados $ 20

http://hombrequenoduerme.blogspot.com/
http://vimeo.com/user790965

sábado, julio 18

EL ALEPH


Por Andrés Di Tella.

Ayer me colé en un grupito de confabulados –-conjurados, diría Borges-- que se reúne cada quince días con Claudio Caldini, en una habitación a oscuras, para contemplar tesoros extraídos de su cofre de rarezas y deliberar sobre los secretos de la imagen en movimiento. Caldini proyectó algunas películas y nos contó la vida de un oscuro cineasta avant-garde alemán, Oskar Fischinger (foto), precursor de la abstracción en el cine y pionero de los primeros experimentos con el color, con títulos intimidantes como Estudio No. 6 y Composición en azul, entre los años 20 y 30.
También por esos años, realizó un documental extraordinario, Caminando desde Munich a Berlín, filmado cuadro a cuadro, como si fuera una animación. Paradójicamente, Fischinger consigue un efecto “fotográfico” sorprendente, alternando un desfile vertiginoso de escenas y paisajes rurales con momentos más pausados, donde nos deja observar por unos segundos los rostros de las personas que el cineasta se fue cruzando por el camino, como si se tratara de clásicos retratos fotográficos, como de Sander, pero con el extrañamiento de la palpitación producida por el cuadro a cuadro.

No sé por qué, me evocó uno de esos extraños libros de viaje de Sebald, como Los Anillos de Saturno, que parecen combinar sin esfuerzo documento y poesía. De hecho, se trata de un viaje al que Fischinger se largó para huir de sus acreedores en Munich, caminando las 350 millas hasta Berlin con lo puesto y su cámara a cuestas. También vimos un home movie de esa época, hecho con técnica parecida, autorretratos informales de Fischinger con su mujer y su hermano. Sonrisas cómplices, la diversión del experimento y la vida mezclados en un mismo acto, y la emoción que trasmite un momento de felicidad condenado a desaparecer.
En 1936 abandonó la Alemania nazi, donde él y sus amigos empezaban a ser acusados de practicar un “arte degenerado”, y recaló en Hollywood, donde hizo animaciones para la Paramount Pictures y, entre otras cosas, llegó a diseñar el primer episodio de Fantasía de Walt Disney, aunque después renunció por desavenencias con el estudio y quitó su nombre de los créditos. De hecho, Fischinger había entrado al estudio de Disney con enorme ilusión, aceptando un sueldo cuatro veces menor que el que percibía en la Paramount. El mismo Sergei Eisenstein había estado en conversaciones con Disney, cuyo trabajo llegó a considerar “la mayor contribución del pueblo americano al arte universal”. Pero Fischinger salió muy decepcionado de la experiencia: sus propuestas tendientes a encontrar un lenguaje visual equivalente al de la música no prosperaron o, en todo caso, quedaron desvirtuadas como meras ilustraciones. Después de Disney, no volvió a trabajar para la industria y, en las décadas que siguieron, subsistió en circunstancias paupérrimas, en las orillas de Hollywood, hasta su muerte en 1967.

Una de sus películas más “conocidas”, según Caldini, fue un corto llamado An Optical Poem, producida en 1937 por la MGM y presentada en los títulos como “un experimento científico”. Me hizo sonreír ver rugir al león de la Metro antes de una película experimental. Y Fischinger, que además era músico y pintor y que soñó con "hacer música con las imágenes", también tenía algo de personaje de Roberto Arlt, entre científico loco y timador. Llegó a inventar un artefacto para filmar animaciones con cera, que era una especie de cruza entre una cámara de cine y una fiambrera. Se lo vendió a otro cineasta, que nunca pudo utilizarla porque las luces de cine derretían la cera.

Mientras veía los materiales únicos que presentaba Caldini y oía sus comentarios, a la vez sencillos y profundos, resultado de una larga y meditada convivencia con esas imágenes, pensé que Caldini era como uno de aquellos viejos sabios de la tribu, que llevaba en la memoria algo así como una biblioteca entera, o mejor, el Archivo General de una nación olvidada. ¿Quién, sino él, sería capaz de recordar, setenta años después, en Buenos Aires, a Oskar Fischinger? De alguna manera, intuí, Caldini hablaba de Fischinger como si estuviera hablando de sí mismo. Los problemas filosóficos que se planteaba el alemán en relación el uso de la música en sus películas parecían problemas prácticos que Caldini se planteaba como propios. Caldini hacía las veces de médium y, allí en la oscuridad, iluminado apenas por la luz del proyector, inducía en nosotros un estado de trance, para que Fischinger siguiera existiendo y hablándonos. Pensé también en esa frase: “En Africa, cada vez que muere un viejo, es como si se incendiara una biblioteca”. Y caí en la cuenta del enorme privilegio que representaba estar ahí sentado, en esa habitación oscura de un departamento de Palermo, como si fuera el sótano de la calle Garay donde Julio Argentino Daneri le reveló a Jorge Luis Borges la existencia del Aleph.

Cine expandido
A partir del viernes 24 de Julio, habrá oportunidad para ver a Claudio Caldini en acción, en una proyección-performance en el Centro Cultural MOCA. El propio Caldini es el operador en vivo de una instalación cinematográfica multiple: proyección de films encontrados, intervenidos y/o de sus propios films experimentales históricos modificados para el nuevo sistema. Sonido generado mediante las posibilidades de interfase que ofrecen los reproductores estereofónicos de los mismos proyectores, micrófonos, grabaciones originales, música electrónica y ruidos ambientales.
Programa 1 Televisionoise, Color Scratch y Lux Taal
Programa 2 After Méliès, Flamme y Chuang-Tzu
Programa 3 Vadi-Samvadi, Escena circular y Gamelang
Programa 4 El devenir de las piedras, Un enano en el jardín y Prisma

Viernes 24 y 31 de julio, 7 y 14 de agosto, a las 20 horas. Duración del programa: 60´. Auditorio. Entrada $10.

CENTRO CULTURAL MOCA
MONTES DE OCA 169 / C1270AAB
BUENOS AIRES / ARGENTINA
(54 11) 4519 5639

lunes, julio 13

"LA TIGRA, CHACO" GANA MENCION DEL JURADO EN EL FESTIVAL DE KARLOVY VARY


“La Tigra , Chaco”, opera prima de Federico Godfrid y Juan Sasiaín, obtuvo la Mención Especial del Jurado de la competencia "Forum of Independents" del Festival Internacional de Karlovy Vary, República Checa, donde además fue la única representante argentina.

Ganadora del premio FIPRESCI en el último Festival Internacional de Mar del Plata, la película cuenta con las actuaciones de Ezequiel Tronconi y Guadalupe Docampo (también premiada como mejor actriz en el Festival de Mar del Plata), y su equipo técnico, al igual que sus directores, está formado en su mayoría por egresados de la UBA.

Sinopsis.
La Tigra, Chaco. Un tranquilo pueblo de apenas veinte cuadras.
Esteban vuelve tras largos años de ausencia al lugar en donde pasó los veranos en su infancia. Ha vuelto para reencontrarse con su pad8re, Cacho, y hablar “algunas cosas de Buenos Aires". Pero Cacho, un camionero que ha formado una nueva familia en La Tigra , está siempre en la ruta, y el encuentro se pospone indefinidamente.
La espera, sin embargo, le ofrece la oportunidad de reencontrarse con Vero, una amiga de la infancia que se ha convertido en una muchacha hermosa. Cada paso que dan juntos parece devolverlos a los espacios más preciados de una memoria emocional compartida. Pero lejos de parecer un viaje al pasado, en su relación se vislumbra la promesa de un futuro.

miércoles, julio 8

SIGUE EN ENCUENTRO LA SERIE "UNA GIRA DIFERENTE"

La serie "Una gira diferente", que registra el recorrido que León Gieco realizó por todo el país acompañado por artistas y músicos discapacitados, se sigue exhibiendo todos los viernes de julio, a las 22.30, en el canal Encuentro, en el formato de 10 capítulos de 30 minutos de duración.
La serie fue producida por Magoyafilms, tuvo como productor ejecutivo a Nicolás Batlle y fue dirigida por Fernando Molnar, Sebastian Schindel y el propio Gieco.
A partir de una presentación del músico en el Salón Blanco de Casa de Gobierno con un grupo de excelentes artistas discapacitados, se plantea un gira por el país, con seis personajes que acompañan hace varios años al artista.
El objetivo es hacer visibles, a través del arte y la cultura, la problemática de la discapacidad y la integración. Así nace el proyecto Mundo Alas (que incluye un CD, una película, un libro y esta serie televisiva de seis capítulos).
El ciclo aborda las historias de los artistas con necesidades especiales que, en el transcurso de los últimos años y, gracias a la gestión de Gieco, pudieron mostrar en todo el país sus virtudes artísticas. Gieco fue descubriéndolos en sus conciertos, cuando se le acercaban para pedirle un espacio para mostrar su arte.
En cada capítulo de la serie, descubriremos la historia de uno de estos artistas al tiempo que va avanzando la gira.

Capítulos:
Viernes 10/07 A LAS 22:30 HS.: Introducción a la Gira
Viernes 17/07 A LAS 22:30 HS.: Demián Frontera
Viernes 24/07 A LAS 22:30 HS.: Grupo AMAR
Viernes 31/07 A LAS 22:30 HS.: Alejandro Davio

Repeticiones:
Viernes: 00:00 / 05:00
Sábados: 15:00
Domingos: 22:30
Lunes: 17:00
Martes: 09:30

Más información:
http://www.encuentro.gov.ar/EventSearch.aspx?id=5&FilterDay=true
http://www.mundoalas.com.ar/

martes, julio 7

SABRINA FARJI TERMINO EL RODAJE DE "KABARET DELUX"


La cineasta Sabrina Farji terminó de filmar "Kabaret Delux", su tercer largometraje que protagonizan Emme y Celeste Cid y que enfoca, en tono de comedia dramática, el tema de los hijos y nietos de desaparecidos apropiados ilegalmente durante la última dictadura militar en la Argentina.
El filme aborda la historia de Eva (Cid), una joven hija de padre desaparecido, que entre Navidad y Año Nuevo se entera que Lola (Emme), su amiga y compañera de un particular circo cabaret punk es también hija de desaparecidos y fue apropiada cuando era niña.
Eva se ocupa de ayudar a su amiga a elegir entre la verdad o la mentira, tarea para nada sencilla, ya que ella misma mantiene conversaciones telefónicas imaginarias con su padre desaparecido y deberá averiguar hasta qué punto puede vivir y soportar su propia realidad.
Con el apoyo del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales de Argentina (Incaa), Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión para la Memoria del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación, el elenco de "Kabaret Delux" se completa con Claudia Lapacó, Willy Lemos, Victoria Carreras, Alejandro Awada, Juan Minujín y Jorge D'Elía.

ALDO PAPARELLA FILMA "OLVIDAME" CON ANTONELLA COSTA

El cineasta Aldo Paparella está filmando en Buenos Aires "Olvídame", una película de género fantástico que protagonizan Antonella Costa y Gonzalo Valenzuela, que por momentos transita el oscuro terreno del thriller y, por otros, se adentra en el espacio de un amor enfermizo.
"Es la historia de un asesino serial que se enamora de una de sus víctimas y, por lo tanto, es una historia de amor oscura y trágica entre ellos", adelantó el autor de "Hoteles", filme de 2004 de clima ominoso y gran belleza estética.
Según el director, "se trata de un asesino serial que no tiene castigo, ni parece estar arrepentido. Pero tampoco hay una visión negativa ni se emite juicio alguno sobre él, ya que es impune y se maneja con sus propias leyes".
Paparella señaló que en este nuevo filme intentará evocar "el clima ominoso y de extrañamiento de películas de género fantástico de autores como David Cronenberg y David Lynch".
Con música y participación actoral de los miembros del grupo electropop Adicta, "Olvídame" abordará fundamentalmente "el problema de la moral individual, la de los cuestionamientos íntimos, una moral propia y autónoma, con sus propias códigos", explicó el cineasta.
"Me interesa ver a los personajes independientemente de la visión general que todos tenemos, que generalmente es la de la obligación social. Estos seres actúan por sus pulsiones y no sienten culpan ni remordimiento y, en ese sentido, el filme no los juzga", agregó.
Entre víctimas y victimarios, entre el asesino serial y el investigador que lo persigue, "hay otro personaje que es una especie de 'Doctor Muerte', al que se lo muestra practicando la eutanasia pero -advirtió Paparella- en la película tampoco se lo juzga".
El director adelantó que esta nueva película seguirá un poco la línea estética y climática de "Hoteles", especialmente de su último segmento, "Chernobyl", con una construcción visual muy cuidada, escenas de sexo fuerte, tono ominoso, elementos sádicos y fetichistas.
"Fotográficamente se parece mucho, con locaciones muy oscuras y ominosas. Además -señaló Paparella- la película coquetea con muchos géneros, pero no se define por ninguno, ya que por momentos parece un thriller, por otros parece una película fantástica y por otros parece una película de amor".

"UNA SEMANA SOLOS" PREMIADA EN MUNICH


La película UNA SEMANA SOLOS, de Celina Murga, obtuvo el premio Arri-Zeiss Award a la MEJOR PELICULA EXTRANJERA en el Festival de Munich.
El segundo film de Murga compitió con películas como Shirin, de Abbas Kiarostami, The girl on the train, de André Téchiné, y The hurt locker, de Kathryn Bigelow, entre otras.
Asimismo, el jurado estuvo compuesto por Katja Nicodemus, la editora del diario alemán DIE ZEIT; Teona Strugar Mitevska, director y productor de Macedonia; y Jay Jeon, director artístico de Pusan International Film Festival (Corea del Sur).

El Festival de Munich se realiza desde 1983 y, luego de la Berlinale, es el festival alemán más importante.
Marcelo Lavintman (foto), el director de fotografía de UNA SEMANA SOLOS, recibió el galardón en la Ceremonia de Premiación, en representación de Murga.

Más información en:
www.filmfest-muenchen.de

martes, junio 2

SIGUEN LOS DEBATES DEL CINE ARGENTINO

PLAN DE FOMENTO 

¡PRESENTE SU PROPUESTA! (parte dos).

Los debates del Cine Argentino comenzaron un año atrás en una tarde lluviosa en la que una manifestación había detenido la ciudad. La propuesta de aquella tarde era debatir sobre los distintos modelos posibles de fomento al cine bajo la consigna "Plan de Fomento ¡Presente su propuesta!", pero el encuentro resultó malogrado por el clima y desde aquel día los organizadores del ciclo queremos repetir la convocatoria. El Martes 9 de Junio finalmente tendremos la oportunidad de escuchar a Liliana Mazure (actual presidenta del Insituto Nacional de Artes Audiovisuales) , Americo Castilla (ex director de la Fundación Antorchas, ex director de Museos del la Nación y actual presidente de la Fundación Typa), y Agustín Campero (crítico cinematográfico, experto en legislación cinematográfica) junto al moderador Benjamín Avila (director de "Nietos" y productor de varios largometrajes documentales y de ficción) presentando sus ideas y despejando dudas sobre como y porqué se subsidia a las películas argentinas. El pronostico del tiempo dice que este invierno será más seco que aquel del dos mil ocho, pero por las dudas traigan paraguas, porque, como dice la canción, siempre que paró volvió a llover.
Sala Abuelas de Plaza de Mayo, martes 9 de junio, 19.00 hs.
Entrada libre y gratuita

viernes, mayo 15

RESEÑA DE SANTIAGO GIRALT SOBRE SU EXPERIENCIA EN RIO CUARTO

Hacer click en el título para ir al Blog de Santiago.

martes, abril 14

"MUNDO ALAS" SIGUE EN CARTEL

Verdadera música integrada
"Mundo Alas" es más que un filme sólo sobre músicos o sobre discapacidad: es un filme sobre vivencias.

Por:
Pablo O. Scholz















EN ESCENA LEON GIECO Y SUS MUSICOS INVITADOS: EL DOCUMENTAL SIGUE LA GIRA POR EL PAIS.

Todos juntos no debería escribirse separado.

Un esfuerzo compartido como el que refleja Mundo Alas pone en blanco sobre negro la necesaria inclusión de la gente con capacidades diferentes a la sociedad que la contiene, y de la que forma parte, a través del arte. León Gieco les ha brindado una mano a jóvenes de distintas edades, gustos musicales y problemas físicos o neurológicos. Lo mejor que pudo hacer el santafecino fue embarcarlos en su viaje, en su micro, en una experiencia tan conmovedora como fortalecedora.

Además de la presencia y el aporte de Pancho Chévez, Alejandro Davio, Maxi Lemos, Carina Spina, Rosita Boquete, Stellita Caballero, entre otros, Mundo Alas no sería lo que es sin la realización de Sebastián Schindel y Fernando Molnar, quienes codirigieron el filme con Gieco. El dúo, más Nicolás Batlle, habían hecho Rerum Novarum, otro gran documental relacionado a la música. Y la mirada es la misma: ver, descubrir las historias detrás de un hecho concreto, que enriquece al mismo tiempo que lo grafica.

La película se ha armado de manera que cada uno de los protagonistas tenga su espacio y su momento para contar y que se cuente quién es y cómo llega al proyecto en conjunto. Además, las vivencias compartidas en los escenarios —y las rutas, o a la vera de un río— van ovillando la historia, hasta arribar a un final igualmente emocionante.

Porque. al fin de cuentas, ¿a qué músico no le gustaría, no ha soñado con tocar en un Luna Park repleto?

Mundo Alas no es un trabajo documental sobre la discapacidad, como tampoco lo es solamente sobre un grupo de músicos que se unen por un fin en común. Trata sobre la convivencia entre extraños que se vuelven amigos, sobre las necesidades de comunicación que todos tenemos, seamos como seamos; sobre la integración y el respeto que esos mismos jóvenes ansiaban y que, pese a su empuje, su tesón y la ayuda de sus familias, no tenían la repercusión que creían merecer.

Gieco es omnipresente en el comienzo, para de a poco empezar a perder protagonismo. En verdad no es que lo pierde, sino que los músicos se lo ganan en buena ley, y terminan compartiéndolo. Es, Mundo Alas, una película del camino, en la que todos saben cómo salen pero no saben cómo llegarán al final. La riqueza de ese propio viaje es lo que vuelve al filme imprescindible.-

jueves, abril 9

EL PCI EN CANAL (á)

El cine independiente argentino tiene su lugar en Canal (á)

 

- La señal estrena un ciclo con las películas que brillaron en los festivales del mundo y los primeros pasos de quienes consagraron internacionalmente al cine local.

 

- Con entrevistas a los directores.

 

Emisión:

 

  • Cine Independiente - Cortometrajes

Desde el 9 de abril, todos los jueves 23:00 hs. 

Repite: Sábados 23.00 hs. - Martes 22.00 hs.

 

  • Cine Independiente - Largometrajes

Desde el 10 de abril, todos los viernes 22:00 hs.  

 

Buenos Aires, martes 7 de abril de 2009.- Canal (á) (www.canalaonline.com), el primer canal de televisión dedicado a registrar la producción cultural más genuina, estrena desde el jueves 9 de abril un ciclo de películas integrado por cortometrajes (los jueves a las 23:00 hs) y largometrajes (los viernes a las 22:00 hs.) en el que se verán las principales producciones de los cineastas más destacados del cine independiente argentino.

 

Los filmes que brillaron en los festivales del mundo y aquellos primeros pasos de quienes consagraron internacionalmente el cine local, ahora se verán en la pantalla de Canal (á).

 

Desde el jueves 9 de abril a las 23.00 hs, la señal presenta el ciclo de cortometrajes que comienza con la emisión de las obras del cineasta Paulo Pécora. Y el viernes 10 de abril a las 22.00 hs. inicia el ciclo de largometrajes con la película "Sábado" de Juan Villegas.

 

Además, esta nueva propuesta incluye entrevistas exclusivas a los directores de cada  película.

 

El ciclo de cine independiente está integrado por los siguientes directores y películas:

 

Largometrajes - Viernes a las 22.00 hs.

  • Juan Villegas - Sábado
  • Verónica Chen - Vagón Fumador
  • Ulises Rosell - Rodrigo Moreno - Andrés Tambornino - El descanso
  • Edgardo Cozarinsky - Ronda Nocturna
  • Veronica Chen - Agua
  • Aldo Paparella - Hoteles
  • Ulises Rosell - Bonanza

Cortometrajes - Jueves a las 23:00 hs.

 

Se emitirán  "Dos en un auto" de Juan Villegas, "La guerra de los gimnasios" de Diego Lerman y otros cortos emblemáticos de los directores Julia Solomonoff, Ariel Rotter, Lucía Puenzo, Paula Hernández, Lorena Muñoz, Tamae Garateguy, Sabrina Farji, Paulo Pécora, entre otros.

 

Sinopsis largometrajes

 

  • Sábado - Dirigida por Juan Villegas

Con la participación de Gastón Pauls. En un sábado cualquiera, tres parejas de jóvenes se cruzan entre sí por azar. La película participó, entre otros, de los festivales de Venecia, Londres y La Habana.

 

  • Vagón Fumador -  Dirigida por Verónica Chen

Una chica y un taxiboy entablan un juego peligroso en los cajeros automáticos de la ciudad. La película obtuvo, entre otros, el premio Carabela al mejor nuevo realizador en Huelva. También participó en el Festival de Sundance y se exhibió en los de Venecia, Montreal y en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI)

 

  • El descanso -  Dirigida por Ulises Rosell - Rodrigo Moreno - Andrés Tambornino

Dos amigos de vacaciones llegan a un pueblo de Córdoba y "ocupan" un hotel deshabitado. El filme estuvo en los festivales de Londres, Venecia, Huelva y La Habana.

 

  • Ronda nocturna - Dirigida por Edgardo Cozarinsky

Durante una larga noche plena de encuentros venales e íntimos tráficos, no muy distinta de otras, Víctor (Gonzalo Heredia), un chico de la calle apenas salido de la adolescencia, deberá enfrentar peligros inexplicables, cada vez más graves. Participó del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI), entre otros.

 

  • Agua -  Dirigida por Verónica Chen

Un campeón de natación en aguas abiertas es acusado, injustamente, de doping en la Maratón Santa Fe-Coronda. Abandona su carrera y se refugia en un desierto por 8 años. Participó, entre otros, de la competencia oficial del Festival de Cine de Locarno.

 

  • Hoteles -  Dirigida por Aldo Paparella

Cinco historias de distintas parejas en distintas ciudades del mundo: Shanghai, Asunción, Nueva York, Buenos Aires y Chernobyl. Integró, entre otros, el BAFICI.

 

  • Bonanza -  Dirigida por Ulises Rosell

A sólo 40 minutos del centro del Buenos Aires, junto a una ruta, se levanta el reino de Bonanza Muchniski con su séquito. Este documental muestra cómo subsisten mediante la venta, la caza, la cría y la venta de chatarra y de animales.

martes, marzo 24

TREVELIN, DIARIO DE VIAJE

Ésta es la crónica del primer viaje que realizaron Baltazar Tokman y Paulo Pécora al sur, inaugurando así las muestras del ciclo por el interior del País.


Por Paulo Pécora

Fue un viaje muy útil y placentero, lindo y bastante productivo. La presencia del PCI fue muy satisfactoria –incluso más de lo que esperábamos- cuando viajamos a principios de marzo a Trevelin, ese pequeño pueblo chubutense pegado a la cordillera de Los Andes y ubicado a 45 kilómetros de Chile.

“Cwm Hybryd”, lo nombraron los primeros colonos galeses que llegaron allí en 1885 desde el Este en busca de tierras fértiles y se quedaron maravillados con ese valle hermoso rodeado de montañas y lagos. Años más tarde comenzarían a llamarlo Trevelin, que en galés significa textualmente pueblo del molino.

Nuestro viaje empezó el sábado 7 de marzo, a las 10.45 de la mañana, más o menos.

Íbamos María José Fascio, la encargada de los Espacios Incaa, Baltazar y yo.

Ninguno de los tres nos conocíamos ni nos habíamos visto nunca.

Con Baltazar sólo habíamos conversado una vez, por teléfono, pero él no se acordaba. En el 2000, creo, cuando todavía ninguno de los dos pertenecíamos al PCI, tuvimos una entrevista telefónica en la que me contó detalles sobre su película “La sombra de las luces”. Justamente, la misma película que viajaba a presentar.

Nos encontramos de casualidad en la zona de embarque del Aeroparque Jorge Newbery, nos saludamos, dijimos tres o cuatro palabras y ya estábamos subiendo a un avión de Aerolíneas Argentinas rumbo a Bariloche.

En los preparativos previos al viaje, cuando Sabrina y Tamae nos contactaron con Majo, la idea era volar de Buenos Aires a Esquel, a unos 40 kilómetros de Trevelin. Pero al final se cambió el trayecto debido a que –según decían en la agencia- los aviones no podían aterrizar allí porque las nubes de ceniza llegadas desde el volcán Chaitén, ubicado en Chile, del otro lado de la cordillera, se les metía en las turbinas y les generaba problemas en su funcionamiento. Como para esos días se esperaba una gran erupción del volcán, y mucha más ceniza en la zona, la decisión fue volar hasta Bariloche y después partir en auto hacia Trevelin. Al final, no pasó a mayores y apenas quedaban algunos rastros de la ceniza que había cubierto la zona en la erupción anterior.

Majo se quedó dormida apenas despegamos, pero después reconoció que paró la oreja más de una vez mientras nosotros discutíamos –sin conocernos de nada, pero con la confianza de aquellos que se conocen de toda la vida- acerca de cuál sería la mejor forma de que el PCI se siga relacionando con el Incaa, con esta y otras iniciativas, pero sin perder nunca la identidad ni la independencia, sin aceptar condicionamientos y manteniendo siempre, en definitiva, nuestra personalidad como grupo. A los dos nos pareció que estaría bueno tener entre todos una gran reunión para conversar sobre el tema. 

El viaje fue un abrir y cerrar de ojos, apenas interrumpido por unos tostados de jamón y queso y tres porciones de pastel de manzana –la mía, la de Majo y la de Baltazar- que devoré con fruición.

No tengo muy claro a qué hora llegamos. Sé que volamos un poco más de dos horas, pero con tantos cambios de horarios, es tan complicado hacer el cálculo que prefiero olvidarme del tiempo y dejarme llevar.

Nos recibieron con las típicas muestritas de chocolate y partimos desde el aeropuerto de Bariloche en un auto alquilado por Majo y manejado por Baltazar. Yo iba muy cómodo en el asiento delantero, sacando fotos, cebando mate y cabeceando a causa del sueño, de vez en cuando.


Primero dimos unas vueltas por la ciudad, hasta el famoso Centro Cívico, pero llegamos hasta ahí y ni siquiera nos bajamos del auto. Apenas si miramos un poco por la ventanilla. Estábamos tan ansiosos por llegar a destino que, si bien teníamos bastante tiempo para unir tranquilos los 400 kilómetros que separan a Bariloche de Trevelin, estábamos de acuerdo –sin ni siquiera saberlo- en que todo tenía que salir perfectamente y que queríamos ponerle la mejor onda para que eso ocurriera. Y esa fue mi percepción de las cosas durante todo el viaje, la de un trabajo en equipo absolutamente amistoso y solidario.

Queríamos llegar temprano porque habían organizado una conferencia de prensa para hablar un poco de quiénes somos y qué hacemos los cineastas que integramos el PCI, y porque luego venía la inauguración de la muestra itinerante en festejo de nuestros 10 años de existencia como agrupación. El ciclo empezó ahí con nuestras películas y ahora seguirá durante el año por distintos Espacios Incaa del país.

Dejamos Bariloche y tomamos por la ruta 258 hasta El Bolsón, de ahí por la ruta 40 hasta Esquel y luego por la 259 hasta Trevelin. Durante las tres o cuatro horas que duró el viaje se narraron un montón de anécdotas y Baltazar compartió con nosotros su profundo amor por estas tierras patagónicas, donde pasó momentos muy gratos de su vida. Recuerdo que me contó cuando trabajó en la producción de la película “Siete años en el Tíbet”, que Jean-Jacques Annaud filmó en otras montañas de  Argentina. El era asistente de producción y llevaba la película expuesta de un lugar a otro, recorriendo en camioneta casi continuamente todos esos increíbles paisajes tan bellos como los que estábamos recorriendo nosotros.

El viaje se hizo largo, pero disfrutamos mucho de la charla, mientras comíamos galletas caseras de vainilla y chocolate y tomábamos mate. A veces el paisaje a ambos lados de la ruta era sobrecogedor. Y nos quedábamos callados.

La cadena montañosa parecía extenderse hacia el infinito. El sol atravesaba los picos iluminando el valle de una manera peculiar. El camino rodeaba lagos gigantescos y cristalinos. Enormes laderas de piedra se elevaban a los costados de la ruta. La vegetación era escasa en algunas partes, pero sobre las montañas los árboles abundaban en exceso. Las nubes copiosas flotaban bastante bajo, haciendo sombra sobre el paisaje. No puedo olvidar la sensación de calma que viví entre tanta belleza.

Antes de entrar a la ciudad, frenamos al costado de la ruta para fotografiarnos en un cartel de bienvenida de madera, donde la bandera argentina flamea junto a la de Gales, un dragón rojo que abre sus fauces sobre dos bandas de color verde y blanco. Es una imagen que remite a una época muy remota del mundo, recuerda a un escudo de armas medieval.

Llegamos a la hostería Casa de Piedra, un lugar realmente recomendable, muy espacioso, de grandes ventanales y luz profusa, que fue construido con piedra y madera por la misma familia que lo regentea. Una mujer, su esposo y sus dos hijos adolescentes. Más una perrita negra llamada Morocha y una gata de pelo gris,  nacida de la mezcla de una gata doméstica y un gato más salvaje que bajó de la montaña para preñarla. Al buen trato de los anfitriones se suma un altísimo desayuno de frutas, tostadas, manteca, fiambre, queso y dulces, riquísimo café, camas muy cómodas, tele con cable, ducha calentita y buena presión de agua. Si algún día volviera a Trevelin, no lo dudaría, seguramente me hospedaría en ese mismo lugar.

Esa noche, cuando regresé al hotel en busca de un abrigo, conocí al dueño del lugar, un hombre fornido y pelado de casi dos metros. Al principio me encaró con cierta desconfianza y, casi sin mediar palabra, me preguntó si tenía algo que ver con el cine. Estaba preocupado porque unos meses antes había hospedado a un grupo que venía a hacer un documental y le habían rayado una pared y le habían quemado con un cigarrillo la alfombra de una habitación. Se ponía cada vez más nervioso y tenso mientras me describía con lujo de detalles cómo habían pasado las cosas. Incluso me llevó al lugar de los hechos para mostrarme las pruebas flagrantes del delito. Y yo que únicamente quería un abrigo porque tenía un poco de frío.  Respiré hondo, intenté calmarlo, le expliqué que estábamos ahí en representación del PCI y lo invité a que venga a ver nuestras películas.  

Si pudiéramos observarla desde muy alto, descubriríamos que Trevelin tiene la forma de un molino de viento. Sus cuadras están trazadas alrededor de una plaza redonda desde la cual surgen numerosas calles que dan forma a aspas gigantes. En una de las esquinas frente a la plaza se encuentra el Salón Central, la sala de cine donde se realizó la muestra y donde funciona el Espacio Incaa Km2011. Debemos haber pasado dos o tres veces frente a ella antes de encontrar la calle que nos llevaba a la hostería. Finalmente llegamos, dejamos los bolsos y salimos a pasear. Abajo nos esperaba José Jones, flamante director de cultura de la ciudad y ex encargado del cine del pueblo, un hombre muy sencillo y agradable, que tuvo la amabilidad de dedicar todo su fin de semana a agasajarnos y pasearnos de un lugar al otro, con excelente predisposición y muy buena onda. Nos llevó a lo de Maggie, una famosa casa de té fundada por una galesa que falleció a los 103 años dejando como herencia una lista de recetas para las tortas y pasteles más ricos del mundo. Tenemos fotos de esa merienda pantagruélica. Los cuatro golosos de mirada ansiosa alrededor de una mesa repleta de tazas, teteras, dulces, manteca, platos con pasteles, tostadas y una variedad de tortas entre las que sobresalen la de crema y la célebre torta negra galesa, pasas, nueces y no sé cuántos litros de coñac.

A la hora de la conferencia de prensa nos esperaban en el cine el intendente de la ciudad, algunos funcionarios municipales y un pequeño grupo de periodistas. Nos sentamos frente a la sala espaciosa, con la pantalla a nuestras espaldas, y al lado de uno de los banners que se hicieron para promocionar los 10 años del PCI. Como éramos pocos, los periodistas se acercaron a la mesa y parados desde ahí nos comenzaron a preguntar. La que llevaba la voz cantante era la cronista de un canal de televisión a la que seguramente Baltazar recordará durante un tiempo por la forma penetrante en que lo miraba y la sorpresa que le provocaron sus preguntas. Recuerdo que hasta transpiró un poco.

Hablamos de nuestras películas, sobre el cine argentino independiente, sobre la variedad de temáticas y propuestas estéticas, sobre la autogestión y sobre lo valioso que nos parece la existencia de tantos directores que llevan adelante sus proyectos a pesar de todo, con mínimos recursos y muchísimo esfuerzo.

La función de “El sueño del perro” fue modesta. No recuerdo exactamente cuántos eran, pero creo que no los espectadores no superaban los 20, e incluso varios de ellos se fueron durante la proyección. Me puso contento de todos modos que mi película se proyectara en esta sala tan lejana y sentí la calidez y el agradecimiento de las personas que se quedaron después de la función, durante la entrevista que tuvimos con Baltazar. Creo que estaban muy contentos por nuestra presencia y por el hecho de que hubiéramos estado ahí, mostrando nuestras películas y hablándoles acerca de nuestra forma de hacer las cosas.

Después de la charla partimos hacia un restaurante a festejar el evento. Habíamos cumplido satisfactoriamente la  primera parte de nuestra tarea y queríamos celebrarlo. Baltazar tenía ganas de probar el famoso cordero patagónico, pero la dueña del lugar a donde fuimos –una mujer bastante hosca y solitaria- nos advirtió que no era posible, que ella no vendía esa carne. No recuerdo qué pidió finalmente, pero yo elegí trucha y verduras, y la verdad que creo haber elegido muy bien.

Al día siguiente desayunamos y, con el día libre por delante, decidimos visitar juntos el Parque Nacional Los Alerces. José nos pasó a buscar con una camioneta y estuvimos casi todo el día con él y Majo paseando por bosques, montañas y lagos. Parecíamos tocados por una barita mágica, porque llegamos a la presa Futaleufu (río grande, en mapuche) y fuimos testigos de algo que pasa solamente una vez cada seis años, y pasó justo ese día.

Habían abierto el descargador de fondo del lago, algo así como si le hubieran sacado el tapón a una bañadera gigante llena de agua. La presión del lago es tan poderosa que el agua sale escupida hacia arriba con la fuerza de una catarata, pero al revés. Es una imagen muy potente, algo que hace temblar y pone la piel de gallina. Una fuerza imposible de dimensionar, un chorro de agua tan fuerte como una montaña. El agua sale por un agujero y recorre más de 200 metros hasta unas piedras donde golpea y se eleva un poco más difusa, cayendo sobre la gente como una lluvia fría y agradable.

Mientras tanto, cientos de metros más arriba, en la cima de una presa hecha únicamente con piedra y ripio, la gente también podía observar hacia el otro lado. Un lago inmenso se extendía frente a sus ojos, cristalino y calmo, toda una postal de la cordillera argentina, como si allá abajo no estuviera ocurriendo nada.

Un rato después Baltazar y yo estábamos metidos con el agua fría hasta las rodillas, pisando con los pies descalzos la superficie pedregosa del fondo del lago. Estuvimos ahí un largo rato, sin pensar ni hablar demasiado, disfrutando del ocio en ese maravilloso lugar. Unas horas más tarde, después de comer los restos de las tortas que habían sobrado del día anterior y unas cerezas riquísimas que compramos en una huerta de la zona, estábamos otra vez en el agua, pero esta vez –con el calor de la tarde- nos animamos a sacarnos la ropa y meternos de cuerpo entero, en calzoncillos. El agua del Futalaufquen (lago grande, en mapuche) es tan cristalina, que nos detuvimos un rato a observar a un caracol que avanzaba despacio en el fondo, dejando su delgado rastro en la arena.  Tomamos sol, compramos agua y pan casero y emprendimos viaje hacia el Lago Verde. Al llegar, atravesamos una pasarela de vigas de madera que pasa por sobre el agua, bajamos a la playa y nos tiramos a charlar y dormir una siesta.

El Futalaufquen, el Lago Verde y el Futaleufu son tres de los 12 lagos que confluyen en el gran embalse Amutui Quimei, que fue construido por los militares entre 1968 y 1978, con el costo de 300 muertes durante su construcción. Actualmente, la represa del embalse pertenece a Aluar, una empresa de aluminio de mayoría accionaria chilena. Es irónico que los pobladores de Trevelin y las zonas aledañas tengan que pagar la electricidad a precios elevados, cuando la presa desde donde sale toda esa energía está tan cerca de ellos y a tan pocos kilómetros de la ciudad.

De regreso a la ciudad nos esperaba la proyección de “Tata Dios” y “La sombra de las luces”. Llegamos a la sala con cierto temor a que viniera menos público que el día anterior. Era domingo y la gente se había quedado hasta muy tarde en la plaza del pueblo, sentados en reposeras, tomando mate, o simplemente recorriendo los puestos de artesanía que se ubican a su alrededor. Sobre la hora, empezaron a caer algunos espectadores, pero la función habrá comenzado con unas 10 personas. Igualmente, durante la proyección la gente fue en aumento y terminaron viendo las películas unas 20 personas en total.

Según mi opinión, la proyección fue muy buena. La gente realmente se enganchó mucho con los trabajos de Baltazar. Especialmente con el corto, para el cual les entregó la cámara a sus propios protagonistas, chicos y adolescentes de distintas zonas carenciadas que mostraron como nadie su intimidad y, al mismo tiempo, revelaron la pobreza y la violencia latente que los rodea.

Después de la proyección, mientras la gente preguntaba y opinaba sobre la película, sucedió algo increíble. Uno de los espectadores era amigo de Roberto Rey, uno de los protagonistas de “La sombra de las luces”. Se habían conocido en Buenos Aires cuando actuaban juntos en el Club del Clan y ahora, después de muchos años, volvía a verlo en la pantalla, en Trevelin. Roberto se hacía llamar El hombre de las mil caras y también trabajaba en La Revista Dislocada. Pero en la película de Baltazar –que filmó poco antes de morir- interpretaba a un homeless y compartía desventuras con muchas otras personas en situación de calle. Creo que fue muy emocionante encontrarnos a su amigo, en una sala ubicada a dos mil kilómetros de Buenos Aires.

Al día siguiente nos despedimos de Trevelin.

Antes de viajar en taxi hasta el aeropuerto de Esquel, hicimos los bolsos, desayunamos, dejamos Casa de Piedra, tuvimos una entrevista con la gente de FM del Valle (99.9 mhz), nos despedimos de José Jones y visitamos un rato el museo del pueblo, donde descubrimos verdaderas reliquias que recordaban la forma en la que los galeses llegaron al lugar y desarrollaron su vida y sus actividades, en pleno contacto con los indios tehuelches y los mapuches que vivían en la zona.

El principio del fin había llegado.

lunes, marzo 23

NOTA EN LA MAÑANA DE NEUQUÉN

Mirarnos a través de nuestro cine
Con el apoyo del INCAA la “Muestra PCI. 10 años de cine independiente” vivió dos jornadas de proyecciones en el Cine Teatro Español.
La exhibición contó con la participación del cineasta porteño Alejandro Hartman y los funcionarios del INCAA Pablo Mazzola y Celina Franco.
 
Neuquén > El cine propio de un país, siempre es un reflejo de su cultura y una invitación a cuestionar la forma en la que cada sociedad se ve a sí misma. Las películas que se elaboran por fuera del circuito más comercial del séptimo arte, si bien deben hacer frente a las dificultades que implica toda producción independiente, también tienen la posibilidad de aportar otras miradas –en ocasiones muy profundas y reflexivas- sobre la sociedad que los contiene. Hace más de una década que Proyecto Cine Independiente (PCI), una asociación de cineastas argentinos independientes radicados en Buenos Aires, comenzó a hacer frente a la tarea de abordar este tipo de relatos para sumar renovados aires, a lo que por entonces se denominó «el nuevo cine argentino». «Tanto a los integrantes actuales, como a los fundadores lo que nos une es que todos hemos hecho películas muy por fuera del sistema y básicamente nuestro objetivo era y sigue siendo defender esa clase de cine, ese cine de autor y aportar desde esa perspectiva al desarrollo de la cinematografía nacional, sin negar la existencia de otro cine de otras formas de hacer cine», declaró el director Alejandro Hartman, quien exhibió dos de sus películas el pasado miércoles en el Cine Español, en el marco del evento itinerante «Muestra PCI. 10 años de cine independiente», en el que los cineastas de la agrupación viajan junto a sus películas para propiciar ámbitos de vinculación e intercambio con el público y los realizadores del interior. «Queremos defender este tipo de producción de cine, que es el más vulnerable y a la vez, a mi modo de ver, muchas veces es el que puede explorar nuevos caminos y de hecho hizo muy famoso el cine argentino, en los últimos años en el exterior» agregó Hartman.
La muestra cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y, desde comienzos del mes, algunos de los títulos de los realizadores del PCI han sido exhibidos en diferentes salas del interior del país. En la cita neuquina, Hartman estuvo acompañado por Pablo Mazzola, programador de los Espacios INCAA del país, y Celina de Franco, integrante del departamento de Acción Federal del INCAA.

Lugar para el cine nacional
Espacios INCAA es un programa  creado por el instituto en marzo de 2004 con el propósito de garantizar la exhibición de las producciones cinematográficas argentinas, incluidas las de estreno comercial, paso digital o menores y cortometrajes. El camino para concretar esta aspiración fue el de abrir salas que se dedicaran exclusivamente a proyectar cine argentino, en un momento en el que muchos espacios cerraban sus puertas y los complejos multipantalla empezaron a copar la oferta en las grandes ciudades, con programaciones donde predominan las propuestas cinematográficas internacionales. «Estamos comprometidos con que sigan existiendo salas de cine, en las que la experiencia sensible de ver una película propone otras cosas, como la preservación cultural», explicó Mazzola. Desde sus comienzos el programa se propuso reflotar la tradición de vivir la experiencia del cine como un hecho cultural y social, además de por su contenido artístico. 
 «Son más de 20 salas en todo el país y, si bien la base es mostrar cine argentino, se van buscando elegir los lugares con el compromiso de la comunidad, o sea que la comunidad esté activa para que esas salas sigan existiendo y se dinamicen, porque si la propia comunidad no está interesada, se terminan apagando», explicó, Mazzola. Por lo general, los Espacio INCAA no se ubican en ciudades importantes ya que en ellas suelen existir otras posibilidades de acceso al cine nacional, más allá de la realidad de que la distribución de los títulos argentinos en el interior es muy limitada. En Neuquén, el Espacio INCAA se encuentra en la ciudad de Zapala. 
«La idea es que los títulos, y muy buenos que hay de cine argentino, se puedan ver. Lo cierto es que los medios masivos que nos están informando que existen, pero desde el interior no se pueden ver», admitió el programador, «estamos trabajando con muestras, con la distribución comercial, con las distribuidoras o directamente con productores para, teniendo conocimiento de lo que hay, ir buscando el cine que mejor pueda brindar a cada comunidad la posibilidad de estar estimulada en los relatos, ya sea documentales o ficción», agregó. 

Federalizar la producción
Desde hace algunos años, la Gerencia de Acción Federal del INCAA ha llevado adelante diferentes políticas tendientes a que la producción cinematográfica pueda desarrollarse en las provincias y que no quede siempre limitada al epicentro porteño. «Parecería ser que la producción sólo es posible en Buenos Aires, si conocés el mecanismo del instituto y podés acceder a los subsidios, sino se hace muy difícil. Entonces, lo que estamos intentando hacer es, primero proyectar más películas argentinas, porque eso incentiva a la producción», señaló Franco, «lo esencial es que la producción de cine sea en cada provincia, porque al cine hay que verlo como industria, además de como cultura, además de como arte. Es una industria que da trabajo», enfatizó.
El instituto otorga a cada provincia un subsidio para fomentar la producción cinematográfica, distribuido a través de sus respectivas secretarías de cultura, que son las representantes de las provincias dentro de Consejo Federal del INCAA. «A la hora de producir cine de verdad, el subsidio ese no alcanza, pero hay una realidad, que cada provincia tiene que empezar a gestionar sus propios recursos para producir cine. Eso es lo más interesante y el trabajo más arduo a hacer», afirmó la representante de Acción Federal del instituto.

Reflejo de identidad
En muchas ocasiones los realizadores del interior del país, ven coartadas sus intenciones de llevar adelante sus producciones por falta de recursos, pero también por desconocimiento de algunas de las posibilidades de financiamiento que ofrece el INCAA. «Es muy importante si querés hacer cine el saber que el INCAA está ahí como organismo público y uno de alguna manera tiene que apropiarse de él, ayudar a construirlo», remarcó Hartman. A lo largo del año el instituto abre diferentes concursos -como el de documentales, de cortos u ópera prima- que brindan a los directores nacionales la posibilidad de acceder a subsidios que hagan posible el rodaje de sus proyectos.  
 «Al principio es difícil, es burocrático pero hay que meterse y cambiarlo. Es muy importante que la gente del interior comience a acercarse y acercar sus proyectos, porque esa es la única manera de generar que las secretarías de cultura se pongan las pilas. Lamentablemente, en la medida en que no lleguen proyectos del interior, el INCAA no se federaliza», concluyó el cineasta de PCI. Para obtener mayores datos acerca de los concursos que ofrece el INCAA, los interesados pueden ingresar al sitio: www.incaa.gov.ar.
Por su parte, Mazzola insistió en la necesidad de pensar el por qué los directores de cada localidad buscan reflejar una mirada particular del lugar que habitan. «Entender por qué gente de Neuquén quiere filmar en Neuquén y qué nos están mostrando. Entender por qué alguien de la propia comunidad está mirando como está mirando, esas cosas son enriquecedoras para nosotros socialmente. Hay qué plantearse justamente por qué el cine argentino nos está pidiendo que nos pensemos», señaló el programador. 

jueves, marzo 19

NOTA EN LA VOZ DEL INTERIOR



Domingo 15 de marzo de 2009

Nuestro cine que no vemos
El Cineclub Municipal proyectará desde el miércoles al domingo una serie de 10 películas nacionales en la Muestra Proyecto Independiente.

Roger Koza Especial

La cartelera es un síntoma: todas las semanas, más de 4 ó 5 películas se estrenan en Córdoba. La mayoría proviene de un mismo origen: Hollywood domina el imaginario del espectador, casi que decir cine es sinónimo de cine estadounidense. ¿Es descabellado postular un colonialismo de la percepción? Lo cierto es que cuanto más se parece una película argentina a una de Hollywood más público lleva a las salas.

Por eso es importante pensar y discutir ese fenómeno reciente llamado Nuevo Cine Argentino, fenómeno que también suele ser identificado como Cine Independiente. Y es por eso que la Muestra del Proyecto de Cine Independiente, que selecciona 10 películas y que tendrá lugar desde el próximo miércoles 18 al domingo 22 en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, constituye una oportunidad para acopiar títulos menos conocidos y canónicos de este difuso pero verificable devenir de cierto cine que se viene haciendo en el país.

Buenos Aires viceversa (1996), de Agresti y Rapado (1992), de Rejtman, fueron indicios de una deriva estética, algo que se confirmaría primero con las fundacionales Pizza, birra y faso (1997), de Caetano-Stagnaro, y Silvia Prieto (1997), de Rejtman, y que se consolidaría con tres títulos centrales: Mundo grúa (1999), de Pablo Trapero, La ciénaga (2001), de Lucrecia Martel y La libertad (2000), de Lisandro Alonso.

En esa década secretamente perversa despuntaba una generación de cineastas, hijos de la democracia reconquistada, que sin saberlo muy bien estaban plasmando en sus ficciones y documentos las nuevas coordenadas simbólicas de un país transformado y lastimado. El Rulo de Mundo grúa era el obrero desplazado, obligado a la inmigración perpetua: se vive en donde hay trabajo; la clase media alta de La ciénaga denotaba su decadencia y pauperización impredecibles; el hachero de La libertad giraba en torno a la cotidianidad casi animal de un sujeto desclasado prácticamente al margen del orden social.

Más allá del realismo. En un principio se habló de un nuevo realismo, un modo de representar lo real, pero más tarde se constató que la estética de este nuevo cine era más compleja y menos homogénea. Bastan Tan de repente (2002), El hombre robado (2007) e Historias extraordinarias (2008) para percibir una evolución que excede al neorrealismo.

Es que la novedad de esta generación de cineastas consistió en desmarcarse de una pesada herencia cinematográfica en donde la alegoría, el costumbrismo y la pedagogía política atravesaban los relatos. Así fue conquistando su independencia a través de un modo peculiar de tratar con lo real, más allá de las nociones clásicas de ficción y documental. Los independientes no evangelizan con sus películas; muestran mundos, estilos de vida, personajes que materializan el presente y paisajes urbanos o periféricos que son extensiones de la vida anímica de sus protagonistas.

¿Qué es, entonces, el cine independiente argentino? Una propuesta perceptiva y narrativa de mirar el mundo que, año tras año, gana en respeto y es premiada en los festivales de cine más prestigiosos del mundo. Ocasionalmente, un filme de Alonso, Poliak, Perrone, Llinás, Chen y tantos otros se estrena en nuestras salas. No estaría mal un año sin superhéroes y efectos especiales.

Los independientes necesitan espectadores.

La mirada externa

Quien tenga la suerte de ir al festival de Cannes podrá constatar que en el trailer de la Quincena de los realizadores se puede ver, entre los descubrimientos de la sección, junto a Jarmusch, Herzog, los Dardenne, Wenders, el nombre de Lisandro Alonso. En la competencia oficial de Cannes, Martel ya estuvo con dos películas mientras que Trapero y Caetano presentaron una película cada uno. Hace dos años, Rotter ganó con El otro en Berlín. La mujer sin cabeza fue elegida mejor película no estrenada en el 2008 por la revista Film Comment, en donde votan críticos de todo el mundo. La Viennale siempre exhibe una docena de películas argentinas independientes. Mariano Llinás acaba de ganar el premio de mejor director en Cinequest, el renombrado festival de San Diego, EE.UU. Pero en Argentina ninguna película de cine independiente conoció un decente desempeño de taquilla, excepto Leonera, y en su momento La ciénaga.

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