viernes, febrero 25

"AU3 (AUTOPISTA CENTRAL)" EN MALBA Y ARTEPLEX BELGRANO

Luego de proyectarse en el Festival de Cine de Mar del Plata, la película "AU3 (Autopista central)", de Alejandro Hartmann, se estrenará en marzo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, donde se verá los sábados y domingos a las 17, y en el cine Arteplex Belgrano, donde tendrá tres funciones diarias.

SINOPSIS
En uno de los barrios más ricos de Buenos Aires, hay una línea de manzanas con terrenos vacíos, restos de edificios y casas abandonadas. Es la AU3, una autopista que jamás se construyó.
En 1976, la dictadura inició un plan de autopistas para simular progreso mientras reprimía. En los 80, el proyecto se detuvo por falta de dinero, y sólo se llegó a expropiar una parte de lo que debía ser la AU3 y a demoler algunos sectores. Nunca se construyó nada. Las casas vacías fueron ocupadas por familias pobres e inmediatamente nació el conflicto.
La AU3 atravesaba barrios ricos; los ocupantes, que buscaban casa y trabajo, quedaron enfrentados con los propietarios de la zona, quienes vieron cómo la pobreza se instalaba entre ellos.
Para unos y otros, ese territorio que comparten es lo que los separa: unos adentro, los otros afuera; unos acorralados, los otros invadidos; unos en casas derruidas, los otros en hogares bien constituidos.
Aun así, el conflicto parece nunca explotar, hasta que el Estado, aquel que treinta años atrás generó todo, intenta imponer un nuevo proyecto de reordenamiento. Los propietarios ven una respuesta a sus deseos; los ocupantes, un oscuro negocio a costa de su desalojo. Algunos aceptan irse, otros se resisten, y el conflicto ya está desatado.
Mientras oímos los gritos de la gente, son ahora las paredes todavía en pie las que intentan decir algo: nos hablan de una ciudad planificada y ordenada, en la que las diferencias sociales no se notan tanto.
Pero esa ciudad no parece ser real. Lo único que queda es el enfrentamiento social, el ruido de las topadoras y una cicatriz urbana aún abierta.

PALABRAS DEL DIRECTOR
“Una línea divide a Buenos Aires. Es una línea tanto física como simbólica. Después de que mi vida girara por años alrededor de la AU3, decidí retratarla, pero ya no era más ese paisaje estático que había llamado mi atención, y ese retrato inmóvil era ahora un proceso social dinámico y explosivo. AU3, con su final siempre abierto, es un pequeño recorte de nuestra realidad más profunda”.

martes, febrero 15

"UN MUNDO MISTERIOSO", DE RODRIGO MORENO, COMPITE POR EL OSO DE ORO EN BERLÍN


El argentino Rodrigo Moreno entrará mañana en la competencia por el Oso de Oro en el 61ro. Festival Internacional de Cine de Berlín con su película “Un mundo misterioso”, una propuesta singular en la que registra la errancia absurda y existencial de un hombre que es abandonado por su novia y a quien el mundo se le torna inexplicable.

La nueva película escrita y dirigida por Moreno, quien ya había competido en Berlín en 2006 con “El custodio”, opera prima con la que ganó el premio Alfred Bauer, es una coproducción argentino-alemana que protagonizan Esteban Bigliardi, Cecilia Rainero, Rosario Bléfari, Leandro Uria, Germán De Silva y Lucrecia Oviedo.

“Me sorprende un poco volver a competir en Berlín, ya que la mía es una película que va en contra de todo lo que un festival como Berlín puede esperar de una película”, afirmó Moreno, y precisó: “Me parece extraño y creo que ellos deben estar replanteándose algo, aunque no sé muy qué será, porque ‘Un mundo misterioso’ no juega ni con el virtuosismo visual ni con lo autoral”.

El cineasta opinó que “es muy loco hacer una segunda película. Con la primera no sabía bien con qué me iba a encontrar y en esta lo que me pasó fue que empecé a filmar de una manera que se me impuso. Me doy cuenta ahora que no sé filmar de otra manera. En los buenos directores eso es el estilo y en personas como yo es la única manera”.

Asentada en el absurdo, “Un mundo misterioso” es una comedia urbana y por momentos desopilante que narra las desventuras de Boris (Bigliardi), que es dejado por Ana (Rainero) y decide librarse a la deriva y el azar: se aloja en un pequeño hotel donde se alimenta con pan y mostaza, compra un automóvil rumano que no quiere arrancar, se cruza con varias mujeres, lee cualquier cosa para matar el tiempo y busca infructuosamente volver con su novia.

“Hoy pienso que ‘El custodio’ me salió más serio de lo que quería”, señaló Moreno, para quien su nuevo largometraje “no es estrictamente una comedia, porque el género implica reglas que yo no sé aplicar. En realidad tiene una mirada absurda de las cosas, en la que no me interesaba provocar risa, porque quería mantener algunos sentimientos vinculados con lo indefinido”.

Moreno añadió que “esas son decisiones que tienen que ver con la incertidumbre del tiempo que pasa en la película y con una voluntad que no es muy realista. Creo que los personajes no se prolongan más allá de la pantalla. Y para mí esas son cosas nuevas que estoy probando”.

En relación al nuevo rumbo que le está dando a su carrera, el cineasta -quien también codirigió “El Descanso” y participó con un corto en “Mala época”- señaló que “ese guión que podría haber sido una comedia está dirigido justamente con la ineficiencia que yo puedo tener para dirigir una comedia, y es justamente esa falla o ineficencia lo que me interesa”.

“El cine se vuelve cada vez más eficaz, se buscan fórmulas para filmar y eso va en contra de lo que uno quiere narrar. Para mí, esta película fue una respuesta a todo eso. Es como un desvío. No quieron convertirme en un autor o un director internacional. No quiero ser ni profesional ni eficaz. Y ese era un punto importante para mí, desviarme del sistema de producción imperante”, agregó.

En ese sentido, Moreno recordó una escena de la película en la que Boris recorre una librería de usados: el librero le ofrece una novela llamada “Gran Prix”, del mismo autor de “Gran Slam”, que se colgó del éxito de su primer libro para ahora poder escribir cualquier cosa, y ambos concluyen en que es mejor que sea así, porque sino se hubiera convertido en un escritor de best sellers.

“Al igual que él, yo no quiero convertirme en un cineasta de best sellers, y esa es un poco mi moral cinematográfica”, señaló el director, para quien “esta película tiene mucho más desvío y desviaciones que otras, ya que todo el tiempo se detiene en lo que parece no relevante ni fundamental”.

“¿Por qué siempre tiene que pasar algo?”, se preguntó Moreno, y destacó: “Hoy todo el tiempo se le pide al cine que suceda algo espectacular. Yo no estoy tan seguro de esa idea televisiva del rating. Ni tampoco quería que hubiese un tema por delante de la película, un tema tan importante que no me dejara reflexionar sobre todo lo demás”.

Aunque el punto de partida del filme se vincula con sus propias vivencias (la compra de un auto usado que andaba mal y con el cual se quedó varias veces varado en la ruta hacia La Plata), Moreno dijo que su película “no es deliberadamente biográfica, pero todo lo que se cuenta nos ha pasado alguna vez. Trato siempre de contar lo que observo, lo que he vivido y lo que conozco”, agregó.